Piratas del Caribe: El regreso a Isla de la Muerte (Parte 2)

El siguiente relato es una continuación, si no han leido la primera parte pueden dar click aquí para leer el inicio de la historia.

Si ya leyeron la primera parte, entonces, continuamos...

Aquellos piratas no eran amables conmigo, me llevaron prácticamente arrastrando hasta su barco. En mi trayecto forzado ví que Elizabeth se habia levantado, estaba sentada en el piso apoyando la espalda en una pared, su mirada estaba perdida, era evidente que no entendía lo que pasaba. 

Mientras avanzaba, observaba a aquel hombre que dijo llamarse Jack Sparrow, caminaba completamente erguido, firme, con la mirada hacia el frente. Su rostro era duro, no mostraba emoción alguna. Lo que mas me llamaba la atención era su sombrero negro; nunca habia visto uno tan extraño. 

Fué tanta mi atención hacia ese Sparrow, que no me dí cuenta que habiamos llegado al puerto. Miré lo que me rodeaba y observé un tétrico barco negro frente a mí. Apenas oscurecía, entonces el rojo cielo del atardecer contrastaba enormemente con el negro de aquel barco.

-Te presento al Perla Negra- Dijo Jack

Sentí un escalofrio. Entendí que querian que me subiera a ese barco. Yo ya habia viajado varias veces, era ya una costumbre, pero algo en mí, se negaba a emprender esa travesía. Sobretodo por que no sabía cual era mi destino.

-¡Súbanlo, llevenlo con el otro traidor!- Gritó

Volvieron a jalonearme y aunque traté de resistirme no logré evitar que me subieran. Sabía que no estaria solo, Sparrow había mencionado que estaría con otro traidor.

Mientras cruzaba la cubierta, ví a varios piratas amordazados. Era extraño. Seguramente alguien no estaba de acuerdo con el plan que se estaba llevando a cabo. 

Me llamaron la atención dos piratas, uno gordo con un aspecto muy deplorable y a su lado, uno muy delgado que tenia un ojo de madera. Ambos amarrados al barandal de una escalera. 

De repente entramos a un cuarto oscuro, apestaba a ron, había barriles por todos lados, balas de cañon, cajas de madera, pedazos de mapas regados por el suelo, y al fondo una celda pequeña. Pude distinguir que habia alguien mas encerrado. Me llevaron hasta la pequeña prisión, abrieron la puerta, y me lanzaron dentro. Me pegué en la frente con una caja que estaba en una esquina. 

-Vaya, entonces te atraparon- Dijo una voz que ya me era familiar.

Inmediatamente traté de localizar a aquella persona que habia hablado. Estaba en un rincón sentado, mirando hacia la pared, como si hubiera una ventana. Lo ví. No podía creer lo que mis ojos observaban. Era Jack Sparrow otra vez.

Estaba completamente desconcertado, tal vez era testigo del amotinamiento más rapido de la historia, en el que el capitán de un barco pasaba a ser prisionero en menos de dos minutos. O tal vez mi mente me jugaba una broma, quizás era una alucinación por el golpe que me habia dado.

-No estás soñando Sanders, soy real- 

Su voz rasposa aún me causaba algo de gracia. Sonaba a un ebrio cualquiera. Evité reirme

-Pero...- Traté de hablar, pero el aquel nuevo Jack Sparrow me interrumpió. Y dirigió por fin su mirada hacia mi.

-Mi nombre es Jack Sparrow, soy el capitan de este barco-

-Ya lo se, pero, ¿por que?...- 

-Es una larga historia hijo, y además muy personal-

- Yo no diré nada a nadie, lo juro- dije tratando de ganarme su confianza

-No es mi historia estupido, es sobre tí. Es delicado, no me corresponde-

-Pero... ¿que está pasando?-

-Solo diré que todo esto, es unicamente tu culpa. Tu lo iniciaste y contigo debe de terminar-

-¿Por que yo?-

Jack guardó silencio. Noté que su mirada se dirigia hacia mi pecho, luego me miró nuevamente a los ojos.

-No tienes ni idea de lo que cargas, ¿verdad?-

-¿Que?-

-¿De verdad, no sabes nada?-

-¿Sobre que?-

-Tu medallón, ¿sabes lo que siginifica?-

-Es mi amuleto de la suerte. Siempre lo llevo conmigo-

Jack esbozó una sonrisa, supongo que por dentro se estaba burlando de mí. Aunque no sabía muy bien por que.

-¿Alguna vez te has preguntado, por qué te apellidas Sanders?-

-No realmente, no recuerdo mucho de mi infancia-

-Me lo imaginaba, ese hombre pensó en todo-

-¿Quién?-

-Por el estamos aquí. Dime, ¿quién ordenó traerte aqui?-

-Tu...-

-No tonto, es que... no se como explicarlo- 

Hizo una pausa durante unos segundos y después volvió a hablar

-Mira se que dije que no iba a comentar nada pero creo que debes de saberlo. Ultimamente...-

Escuchamos que alguien abrió una puerta. Jack se quedó callado, un hombre habia entrado al lugar. Se dirigía hacia nosotros.

-¡Sanders! El capitán quiere hablar contigo-

Me puse de pie rápidamente. Me pegué en el techo. No habia notado lo pequeña que era la celda.

El pirata que me habia gritado solo se rió.

-No puedo creer que tú causes tantos problemas- dijo sarcásticamente

-¿Por que yo?-

No contestó. Me tomó del brazo y me arrastró hacia afuera. Ya estaba completamente oscuro. pero aún rodeado por la noche, el Perla Negra se miraba imponente, dominaba los mares.

Crucé nuevamente la cubierta del barco y aquel hombre me llevaba hacia algo que parecía una oficina. Seguro hablaría con el capitan. Tal vez esta vez, me explicaria algunas cosas. Quizás se disculparia por el mal trato, o me invitaria a comer. 

El pirata abrió la puerta, y me lanzó dentro de la habitación.

-Espera aquí-

Y cerró la puerta. Pude escuchar que me encerraba con llave.

Por unos minutos me quedé inmovil, no sabia que hacer. Después reaccioné y empecé a observar el lugar.

Era amplio. Habia mapas por muchas partes, no habia muchos muebles, solo una mesa en el centro y un gran escritorio de madera al fondo sobre el cual habia una cantidad enorme de papeles. Ví una escalera que llevaba a algo que parecía un sótano.

No pude evitar curiosear. Me acerqué al escritorio, y empecé a revisar lo que ahí había. Encontré cartas inconclusas, garabatos indescifrables, mapas estropeados, nada que fuera útil.

Pero en un extremo habia un pedazo de pergamino que me llamó la atención.  En una esquina estaba dibujado el mismo caracter que habia grabado en mi medallón. Una pequeña 'S' cubría toda la parte frontal de mi amuleto, y una pequeña espada atravezaba a aquella letra. El dibujo del pergamino era idéntico. 

Comencé a leerlo, era una especie de árbol genealógico. En el recuadro de 'madre' estaba escrito el nombre de Agatha, el padre era Isidor, uno de los abuelos era Irwin. Me pareció extraño que la parte que correspondia a la madre, esta vacia, solo los familiares del padre estaban plasmados. Seguí leyendo, la abuela era Marie. Traté de saber mas sobre la familia y de repente me concentré en los hijos, solo habia uno, y era ahí donde terminaba el árbol. Leí el nombre. Me asusté al leer, leí dos veces mas, y el resultado era el mismo. 'Isaac' era el nombre que habia leido. Pensé que era una coincidencia. Y rápidamente busqué algun título en el pergamino que aclarara la situación. "FAMILIA SANDERS" era el encabezado.

No hice otra cosa mas que alejarme del escritorio. Solo pude tener miedo. Esta gente, quien quiera que fuese, conocía a mi familia, a todos y cada uno de ellos. Seguro los estaban buscando, tal vez yo era solo la primera victima, después seguirian mis abuelos, luego mis padres. A pesar de que no los conocía sentí pánico. Mi imaginación voló, no podía imaginar lo que tenian planeado. Desconocia el motivo que inspiraba semejante atrocidad. 

Me pegué a la pared, y empecé a respirar agitadamente. Sentí un escalofrio que recorria mi cuerpo.

De repente, escuché que alguien subia por la escalera. Eran pasos lentos, pero fuertes. No me moví. Seguro era el loco que quería atentar contra mi familia. No convenía hacer algo contra el.

Poco a poco la figura de un hombre fué surgiendo del fondo. Era algo robusto, no muy alto, cabello gris, y de tez morena, completamente erguido. Su traje era impecable. Su porte era imponente. Ví que traía en su mano el sombrero negro de Jack Sparrow. 

Se detuvo al final de la escalera y me miró fijamente. Su mirada era fria y su rostro era duro.

-Hola- dijo aquel hombre

-¿Quien...? 

-Mi nombre es Isidor Sanders-

Me quedé helado. En aquel momento, y en aquella desolada habitación, acababa de conocer a mi padre.

ESTA HISTORIA CONTINUARÁ....